Enrique Soto Cano (izquierda) acompañado del actual presidente de la República, Juan Orlando Hernández. (Foto: La Prensa)
  Redacción: Luis Escalante / 4 de mayo de 2017

¿Quién es Enrique Soto Cano?      
 
José Enrique Soto Cano nació en Olanchito, Yoro el 5 de octubre de 1923. Sus padres fueron Francisca Cano Rodríguez y Rodrigo Soto Quezada, quien falleció cuando José Enrique apenas tenía 8 años de edad. Tuvo una formación estrictamente campesina, pues tras el deceso de su padre, dedicó gran parte de su infancia y juventud a colaborar en la finca de su abuelo. Soto Cano es, además de sus cargos militares, perito mercantil y abogado, aunque nunca ejerció. Se casó con Ela Cervantes Gallo, ya fallecida. Como fruto de dicho matrimonio procrearon 4 hijos: Enrique, Dolores Francisca, Rodrigo y Ela Dinora.      

Por intercesión de su tío y otros seres cercanos, llegó a la Fuerza Aérea de Honduras a una temprana edad. Para aquel entonces el estadounidense Harold White era comandante de dicha institución. Soto Cano empezó como soldado mecánico, siendo Hernán Acosta Mejía su primer instructor. Posteriormente iría ascendiendo y, cuando fue instructor, tuvo entre sus alumnos al general Oswaldo López Arellano (importantísimo baluarte en la historia de Honduras durante el Siglo XX). Años después, tras la salida de Héctor Caraccioli, éste solicitó como sucesor a Armando Escalón para el cargo de comandante de la FAH, quedando Soto Cano como subcomandante. Sin embargo, luego de una crisis interna y ciertas polémicas que envolvían a Escalón, finalmente en 1965 el puesto de comandante caería en Enrique Soto Cano.    

Soto Cano y la II Guerra Mundial      

Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Soto Cano cumplió con la misión de observador. Es importante apuntar que Honduras, en su condición de aliado a Estados Unidos, se convertía directamente en enemigo del Eje (compuesto por la Alemania de Hitler, la Italia de Mussolini y el Japón de Hirohito). Bueno, como dato curioso y peculiar, en diciembre de 1941 Honduras le declaró la guerra a estos tres países mencionados anteriormente. ¿Locura? Quizás. Ahora bien, sin desviarme tanto, cabe mencionar que el general Enrique Soto Cano, durante el segundo conflicto bélico mundial del siglo pasado, hizo parte de los patrullajes hechos por la Fuerza Aérea en la costa norte.

Debemos recordar que durante ese lapso de tiempo existió cierto grado de preocupación dentro de la sociedad hondureña, pues Estados Unidos había comprobado que submarinos de la Alemania Nazi se estaban acercando a las costas caribeñas y, de cualquier forma, el ejército hondureño debía buscar la forma de defenderse ante un posible ataque. Un dato curioso sobre Enrique Soto Cano es que, años después de haberse retirado, periodistas soviéticos le hicieron una entrevista en su residencia de La Paz. Esto luego de que, tras constantes investigaciones, se llegara a la conclusión de reconocer a Soto Cano como el único soldado en el mundo sobreviviente a la Segunda Guerra Mundial.

La Guerra de 1969   

Para comienzos de la década de 1960, Honduras poseía una colonia salvadoreña de aproximadamente 750,000 personas que, de cierto modo, estaban apropiándose de las tierras hondureñas. Como respuesta a esta invasión guanaca, el gobierno del doctor Ramón Villeda Morales desarrolló una Ley de Reforma Agraria (1962-1972), la cual incluía ciertos fines de exclusión migratoria que obviamente a los salvadoreños no agradaron mucho. Este fue, entre otros, uno de los principales motivos que llevaron a Honduras y El Salvador a enfrentarse en el conflicto bélico de 1969, el cual fue conocido popularmente como la Guerra de las Cien Horas o Guerra del Fútbol (por aquel casual enfrentamiento entre Honduras y El Salvador correspondiente a las eliminatorias mundialistas de México 1970). 

El retiro de Soto Cano 

José Enrique Soto Cano, tras varias décadas de servicio, finalmente decidió abandonar la Fuerza Aérea de Honduras (FAH) cuando tenía 75 años. Posteriormente se trasladó a La Paz, tierra natal de su queridísima y ya fallecida esposa Ela Cervantes Gallo. Hoy, con 93 años en sus espaldas, dice estar en desacuerdo con que la base militar de Palmerola lleve su nombre.  

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Perfil del autor: Luis Alberto Escalante Cámbar es un tegucigalpense nacido en 1999. Tiene interés en la filosofía, la historia y las ciencias políticas. Actualmente es estudiante de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Católica de Honduras. Un apasionado soñador y contador de historias.  
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