José Martí: “Honduras es un pueblo en que se debe tener fe”

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Retrato de, quien en vida fue, José Martí. (Foto: Prensa Latina)

Redacción: Luis Escalante / 18 de marzo de 2017

Para mí es verdaderamente un honor escribir sobre José Martí y, más aún, saber que desde su puño y letra dedicó algunos versos a mi amada patria Honduras. En este pequeño ensayo hablaré (de forma bastante concisa) sobre la vida de José Martí y su relación con Honduras. Espero, con toda sinceridad, que el artículo sea del agrado de los lectores. 

¿Quién fue José Martí?

José Julián Martí Pérez o José Martí (como usualmente se le conoce) fue un destacado pensador, escritor, filósofo, abogado, periodista, poeta y revolucionario cubano. Nació en La Habana el 28 de enero de 1853 y falleció, producto de un ataque con arma de fuego, el 19 de mayo de 1895 en Dos Ríos, una zona selvática ubicada al oriente de Cuba. Era hijo de Mariano Martí y Leonor Pérez, ambos de nacionalidad española. Estudió en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana y en la Escuela Profesional de Pintura y Escultura, también ubicada en la capital cubana. 

Tras haber estado un tiempo preso, el 15 de enero de 1871, por intercesión de sus padres, el joven Martí fue enviado a España. Una vez allí, cursó sus estudios superiores en la Universidad de Madrid y Universidad de Zaragoza. Finalmente, logró obtener doble titulación profesional: Filosofía y Letras, y Derecho Civil. Tiempo después residió, aunque de forma efímera, en París, Francia. Debo resaltar que José Martí vivió, también, en Estados Unidos, Venezuela, México y Guatemala. En la hermana república guatemalteca dio cátedra de Literatura e Historia en la Escuela Normal Central para Varones... ¡Vaya privilegio el que tuvieron esos estudiantes!  

No puedo continuar hablando de José Martí sin antes reconocer mi admiración por el espíritu revolucionario que lo caracterizó. El “Apóstol” (como, a pesar de su presunto ateísmo, era apodado) luchó, hasta el último segundo de su vida, por la libertad de Cuba. Un izquierdista de “adeveras”, diría yo. Persiguiendo su sueño de liberar a Cuba de los planes expansionistas de Estados Unidos,  el 10 de abril de 1892 fundó el «Partido Revolucionario Cubano (PRC)», el cual sería disuelto tres años después de su muerte por, quien posteriormente se convirtió en el primer presidente que tuvo la República de Cuba, Tomás Estrada Palma. El 19 de mayo de 1895 fue, finalmente, abatido por tropas españolas en la zona de Dos Ríos, al oriente de Cuba.    

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Martí y su relación con Honduras

No existe ninguna referencia histórica que avale la presencia de José Martí en territorio hondureño. Sin embargo, de acuerdo con una investigación realizada por el historiador y periodista cubano Froilán González García, en 1878 el prócer de la independencia cubana estuvo en lo que actualmente es la localidad de San Marcos, en el departamento de Ocotopeque; el cual, por cierto, es fronterizo con Guatemala (país donde, por algunos años, Martí estableció su residencia). 

“El prócer cubano llegó procedente de Guatemala a la hacienda «La Herradura» en San Marcos, propiedad de Cándido Mejía, quien fue alumno de Martí en la Escuela Normal de Varones de ciudad de Guatemala”, relató González a la agencia mexicana Notimex. 

Aún así, haya estado o no en nuestro país, ningún hondureño debe desconocer el profundo aprecio que José Martí sentía por Honduras.  Tanto así que en el año 1884, mientras se encontraba viviendo en Nueva York, escribió desde su puño y letra un texto titulado “En Honduras se debe tener fe”, el cual iba dedicado de forma exclusiva a nuestra bella y amada patria Honduras. Sí, esa misma que en reiteradas ocasiones rechazamos. Como dato de interés, en la capital Tegucigalpa se encuentra ubicado el Liceo José Martí.

Vista al Liceo José Martí, el cual está ubicado en Tegucigalpa. (Foto: Quotha)

A continuación las palabras que José Martí dedicó a Honduras (mismas que extraje de la Revista de Narrativa «Imaginación», Etapa N°. 3, publicada en 2014):

“Honduras es un pueblo generoso y simpático, en que se debe tener fe. Sus pastores hablan como académicos, y sus mujeres son afectuosas y puras. 

En sus espíritus hay substancia volcánica. Ha habido en Honduras revoluciones nacidas de conflictos más o menos visibles entre los enamorados de un estado político superior al que naturalmente produce el estado social, y los apetitos feudales que de manera natural se encienden en países que, a pesar de la capital universitaria enclavada en ellos, son todavía patriarcales y rudimentarios.

Pero los ojos de los hombres, una vez abiertos, no se cierran. Los mismos padecimientos por el logro de la libertad encariñan más con ella; y el reposo mismo que da el mando tiránico permite que a su sombra se acendren y fortalezcan los espíritus.

Ni ha sufrido Honduras mucho de tiranos, por tener sus hijos de la Naturaleza, con una natural sensatez que ha de acelerar su bienestar definitivo, cierto indómito brío, que no les deja acomodarse a un freno demasiado duro.” -José Martí, 1884.

Referencia bibliográfica 

1) Escoto, Julio. «Revista de Narrativa Imaginación (Etapa III, N°. 3)». Centro Editorial, 2014, p. 28. ISBN: 2309530X

2) Múltiples autores. «José Martí: En el centenario de su muerte». Círculo de Cultura Panamericano, 1996, p. 13. (algunos datos biográficos). ISBN: 00097349001533

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Perfil del autor: Luis Alberto Escalante Cámbar es un tegucigalpense nacido en 1999. Tiene interés en la filosofía, la historia y las ciencias políticas. Actualmente es estudiante de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Católica de Honduras. Un apasionado soñador y contador de historias.